Pese a que las aves de cetrería realizan más ejercicio físico que otras aves domesticadas por el ser humano, una dieta balanceada y variada es clave para mantenerlas en un óptimo estado de salud. Por ejemplo, dietas ricas en grasa en épocas con poco vuelo libre pueden derivar en patologías tales como la lipidosis hepática («hígado graso»). Este ejemplo refleja la importancia de la dieta en aves rapaces, que junto con revisones veterinarias periódicas y manejo e instalaciones adecuadas garantizarán un óptimo bienestar animal para nuestras aves.
Existen en el mercado gran variedad de alimentos que pueden utilizarse en la alimentación de estas aves siendo recomendable variar la dieta para asegurar un correcto aporte de los nutrientes esenciales (aminoácidos, vitaminas, minerales,…). Cada tipo de alimento (rata, ratón, pollito,…) tiene una composición nutricional diferente en cuanto a nivel de proteína, grasa o vitaminas. Una dieta basada en un solo tipo de alimento puede derivar en deficiencias nutricionales que afectarán a la salud de nuestras aves. Una dieta variada es clave para lograr un aporte de todos los nutrientes esenciales en sus cantidades necesarias.
la RANA EN la ALIMENTACIÓN DE AVES RAPACES
Dentro de este protocolo de variación de la dieta la rana resulta excelente debido a sus características nutricionales:
- Fuente de proteína (alrededor del 16%) con todos los aminoácidos esenciales.
- Menos del 1% de materia grasa (con ácidos grasos Omega 3).
- Alta digestibilidad, ya que no contiene pelo o plumas y los huesos son blandos.
- Fuente de calcio, fosfóro, selenio y potasio.
- Vitaminas de los grupos A y B.
De hecho, las ranas forman parte de la alimentación natural de algunas especies que frecuentan zonas cercanas a masas de agua dulce (halcones, cernícalos,…).
A modo de resumen podríamos decir que la importancia de la dieta en aves rapaces es un factor clave que no debemos pasar por alto.